Nuevo artículo sobre la contaminación por metales en el estuario del Guadalquivir 30 septiembre 2025
Un equipo de investigación de la Universidad de Cádiz y la Universidad de Sevilla ha publicado un artículo en la revista Marine Pollution Bulletin titulado: Trace metal contamination along an estuarine gradient under increasing anthropogenic pressure: A case study from the Guadalquivir estuary (SW Iberian Peninsula) que actualiza el diagnóstico de la contaminación por metales en el estuario del Guadalquivir. El trabajo recopila datos de 2022 y 2023 y llega en un contexto especialmente sensible, marcado por la reactivación de proyectos mineros en la cuenca.
El Guadalquivir es uno de los estuarios más relevantes del sur de Europa, albergando espacios de alto valor ecológico como el Parque Nacional de Doñana y concentrando actividades agrícolas, pesqueras, portuarias y turísticas. Al mismo tiempo, soporta una fuerte presión por la actividad humana y por la larga historia minera de la Faja Pirítica Ibérica, con episodios destacados como el vertido de Aznalcóllar en 1998 o los problemas registrados en la mina de Cobre Las Cruces en 2008.
La investigación, en la que participa Iñigo Donázar Aramendía, investigador postdoctoral del INMAR-UCA, junto a un equipo de la Universidad de Sevilla, analizó sedimentos en 15 estaciones a lo largo de todo el gradiente estuarino, desde la desembocadura hasta las zonas altas próximas a la presa de Alcalá del Río. Los resultados muestran un patrón espacial claro: la mayor concentración de metales se localiza en la parte alta del estuario, aguas arriba de Puebla del Río y próxima al punto de vertido de Cobre Las Cruces, mientras que arsénico y zinc destacan también en la desembocadura, coincidiendo con zonas de alta sensibilidad ecológica y pesquera.
Aunque las concentraciones detectadas no superan los umbrales internacionales de toxicidad, varios índices de riesgo ecológico identifican situaciones de riesgo moderado y considerable en determinados puntos. La dinámica del propio estuario influye en la movilidad y biodisponibilidad de los metales, ya que factores como el oxígeno disuelto, el pH y la salinidad condicionan la liberación o retención de contaminantes. En este sentido, la parte alta del Guadalquivir aparece como un tramo especialmente vulnerable, donde episodios naturales o inducidos, como las avenidas de agua desde la presa de Alcalá, pueden aumentar el riesgo de contaminación.
El trabajo señala también la ausencia de límites legales específicos para la presencia de metales en los sedimentos, a pesar de su papel como reservorio y fuente de contaminación. Este vacío normativo dificulta el control ambiental una vez que la contaminación ha quedado fijada en el fondo del estuario.
Con este estudio, los investigadores aportan una referencia actualizada y objetiva que servirá para evaluar la evolución futura de la contaminación por metales en el Guadalquivir. Los resultados subrayan la necesidad de poner en marcha programas de seguimiento que integren de forma conjunta el análisis de agua, sedimentos y biota, con el fin de anticipar posibles impactos sobre la biodiversidad y sobre las actividades humanas que dependen de un estuario saludable.
Puedes consultar el artículo completo aquí: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0025326X25010367