Un nuevo artículo liderado por la investigadora Carmen Morales Caselles, del Instituto Universitario de Investigación Marina (INMAR) de la Universidad de Cádiz, ha sido publicado en la revista iScience. El estudio ofrece la primera evidencia empírica global del papel de los residuos plásticos agrícolas como fuente significativa —y hasta ahora desatendida— de contaminación marina.

Título del artículo:
Agricultural plastics as marine pollutants: Empirical evidence from inland and coastal field surveys
DOI: https://doi.org/10.1016/j.isci.2025.112701

Principales hallazgos

• Los plásticos agrícolas (como mantillos, redes o fragmentos de invernadero) pueden recorrer más de 100 km mar adentro desde su punto de origen.

• Los cauces secos (ramblas) funcionan como reservorios temporales que liberan plásticos durante lluvias intensas.

• Hasta un 38 % de la costa mediterránea está cubierta por tierras agrícolas, muchas bajo regadío intensivo, lo que incrementa el riesgo de fuga de plásticos al mar.

• Incluso en países con sistemas de gestión, como España, se han identificado deficiencias estructurales importantes en la recogida y tratamiento de residuos agrícolas.

Una amenaza global subestimada

Mientras las políticas ambientales internacionales suelen centrarse en los residuos urbanos y de pesca, este trabajo demuestra que la actividad agrícola intensiva —particularmente en zonas costeras con regadío— representa un riesgo creciente para los ecosistemas marinos. El estudio advierte que si no se incluye esta fuente de contaminación en las futuras negociaciones del Tratado Global sobre Plásticos, su efectividad podría verse comprometida.

Medidas urgentes y adaptadas

Los autores proponen un enfoque integral que abarque todas las fases de la cadena de valor, incluyendo:

• Reducción de plásticos no esenciales y sustitución por materiales sostenibles.

• Responsabilidad del productor y del consumidor.

• Sistemas eficaces de recogida y reciclaje, con monitoreo y cumplimiento.

• Educación ambiental en el sector agrícola para una gestión más consciente y responsable.

Ciencia participativa

El trabajo se ha realizado en colaboración con la asociación Ecopuertos, gracias al esfuerzo voluntario de pescadores artesanales que, desde 2018, han recogido más de 50.000 objetos del fondo marino. Esta colaboración ha permitido mapear la presencia de residuos agrícolas desde las ramblas hasta el mar abierto, visibilizando una amenaza poco contemplada hasta ahora.